La Segunda B es una categoría llena de talentos ocultos. Jugadores que han dado un paso atrás para coger impulso en el fútbol profesional, veteranos con muchas horas de vuelo o jóvenes que están al borde de la explosión como futbolistas de élite. En Riazor.org queremos poner el foco en estos protagonistas que trabajan en la sombra tratando de llegar a lo más alto y por eso estrenamos nueva sección. En Ojo con… cada semana os traeremos un análisis en profundidad de uno de los jugadores más importantes del rival del Deportivo. En este caso, de Piña, central del Zamora.
Para ello contamos con la colaboración de un profesional. Fiz Rodríguez, entrenador con licencia UEFA Pro y experiencia en Tercera División y Preferente, es actualmente analista de la SD Compostela en el cuerpo técnico de Yago Iglesias.
¿Quién es Piña?
Íñigo Sebastián Magaña, Piña, (Murchante, Navarra, 1996) regresó esta temporada a Segunda B después de estrenarse muy joven en la categoría de bronce, pero pasar varios años en Tercera. Tuvo incluso una corta estancia en Galicia formando parte de las filas del Barco. Es indiscutible para David Movilla en el centro de la defensa.
Un central marcador que se siente cómodo lejos del área
Íñigo Piña responde al perfil de central contundente y marcador. Con gran presencia física y envergadura (1,88 m.) se hace notar cerca del área, pero no está exento de velocidad. Su agilidad le permite sentirse cómodo defendiendo en diferentes posicionamientos, tanto con el equipo replegado, como también en una línea adelantada dejando espacio a la espalda. Tiene buen entendimiento del juego y un más que aceptable desplazamiento de balón.
Piña, líder de la defensa y primera piedra del juego del Zamora
Piña apenas se ha perdido partidos este año, formando una pareja de centrales fiable con Crespo en la línea de cuatro que dispone David Movilla. Es el líder indiscutible de la zaga del Zamora, no sólo por sus intervenciones individuales, casi siempre acertadas, sino también ordenando y corrigiendo continuamente a sus compañeros.
Pero su papel también es importante cuando el conjunto zamorano tiene el balón. El rival del Deportivo este domingo modifica su dibujo en fase ofensiva, apostando por una salida de tres en la que participan los dos centrales y el lateral derecho. Piña ocupa el pasillo central y es el iniciador del juego de ataque, tanto con el primer pase como también rompiendo líneas conduciendo. A veces también combina con precisos cambios de orientación.
Su concentración y posicionamiento también lo hacen una pieza clave en las transiciones defensivas. Siempre atento, le da equilibrio al equipo cuando pierde la pelota junto al mediocentro que juega por delante de la defensa y rara vez se desordenan. Por supuesto, también es un gran activo en el balón parado gracias a su presencia física, tanto ofensivo como defensivo.