El Deportivo de la Coruña tiene que tomarse la primera temporada en Segunda División, tras el descenso, como una oportunidad única de reengancharse de nueva a la máxima categoría del fútbol español. El equipo coruñés cuenta con uno de los presupuestos más altos de la categoría, influenciado por el dinero recibido por el descenso, y ha confiado el timón del equipo a un entrenador con experiencia en la categoría. El último partido disputado, ante el Granada, hizo que el equipo gallego sumase tres puntos importantísimos para su objetivo ante un rival directo.
El partido de Riazor no era nada sencillo al llegar el equipo muy tocado anímicamente de su derrota en Alcorcón, donde el equipo no supo reaccionar al tanto inicial del equipo madrileño. Natxo González fue muy tajante en la rueda de prensa: “Volvíamos como locales y teníamos un reto bonito: ver cómo dábamos respuesta tras la primera derrota en liga”.
El entrenador era totalmente consciente de que la derrota dolió mucho al equipo y el mejor momento para reponerse era ante su afición. Hay que recordar que el Deportivo solo ha disputado dos partidos en su estadio de los seis encuentros jugados hasta la fecha. El balance es positivo al no haberse adaptado todavía en gran parte a la mayoría de estilos de juego que plantean los equipos en esta Liga 123. La presión alta y el juego directo, que plantean equipos como el Alcorcón, hace mucho daño al Deportivo ya que no encuentra respuestas y el equipo se muestra falto de ideas.
La afición debe estar contenta con lo que demostró el equipo ante el Granada, juego sólido y control del balón desde el primer minuto. Quique se erigió como el nuevo líder del equipo al estar en todo momento dirigiendo a sus compañeros sobre el césped. El delantero vallisoletano ya avisaba antes del encuentro que se encontraba con muchas ganas de jugar tras recibir el alta médica. Un aspecto que se puede coger con pinzas es el rendimiento ofrecido por el Granada, muchos pueden atribuir la victoria local a la mala imagen proyectada por el equipo andaluz, pero hay que recordar que una situación similar ocurrió con la visita del Sporting.
Cuando el equipo da la talla en todas las facetas del juego, su rival queda totalmente anulado y solo el Deportivo es el amo y señor del partido. Un gol de falta directa fue el único acercamiento que realizó el Granada a la portería de Dani Giménez durante 90 minutos de juego. Si se analiza uno por uno el rendimiento de cada jugador deportivista, no se puede poner ningún pero a sus actuaciones ya que realmente fue el primer partido de la temporada en el que dieron la sensación de ser un equipo unido que pelea por un mismo objetivo.
En los últimos días, se ha anunciado una nueva demora en el plazo de finalización de las obras del estadio deportivista. Esto significa que, en los dos siguientes partidos ante Málaga y Elche, múltiples aficionados serán reubicados para que puedan disfrutar de su equipo en Riazor. Los jugadores y el técnico han reiterado en varias ocasiones que el empuje del público es clave en los partidos como local, por lo que ellos son los primeros que quieren que todo esto finalice cuanto antes.
Por suerte, esta situación no afectará al Deportivo en su visita al Gimnástic en Tarragona, un equipo inmerso en una grave crisis de juego y resultados al haber sumado solo cinco puntos en seis partidos jugados. Entre sus últimos partidos, pueden apreciarse la derrota por 2-0 ante el Córdoba, victoria por 1-0 ante Osasuna y empate en Reus por 1-1. El Deportivo parte como favorito para este encuentro con una cuota 2.30 en Betway. Estas cuotas han sido confirmadas a día 25 de septiembre por lo que podrían sufrir cambios a medida que se acercase el encuentro.
El partido como visitante ha sido programado para las 20:30 del domingo, por lo que será el encargado de dar cierre a la jornada 7 de Segunda División. El conjunto deportivista deberá aprovechar el mal momento de su rival para volver a meterse en la pelea por los puestos de ascenso directo, que ahora mismo ocupan Málaga y Las Palmas con 15 y 14 puntos respectivamente. El ritmo impuesto por los líderes está siendo difícil de seguir pero todo pasa por sumar fuera de casa y demostrar que no será nada sencillo puntuar en Riazor esta temporada, los equipos ganadores se hacen fuertes en casa y trasladan las sensaciones lejos de su estadio.