12 de febrero de 2005, es la última vez que el Deportivo ganó en el Estadio de Mestalla en un partido de Liga. Eran otros tiempos en A Coruña, los herculinos venían de ser semifinalistas de la Champions League el año anterior y entre sus filas había alguien que este domingo quiere volver a asaltar el feudo valencianista: Víctor Sánchez del Amo. El entrenador blanquiazul tuvo un papel protagonista en esa victoria y es que un gol suyo supuso la victoria después de que Marco Di Vaio igualase el tanto que antes había marcado Lionel Scaloni.
Un extraordinario pase de Diego Tristán dejaba solo al madrileño, que solo tenía que definir ante el portero. El tanto del ahora míster deportivista daba los tres puntos en un campo que nunca se le ha dado bien a los gallegos. De sus 43 visitas ligueras solo ha logrado la victoria en nueve, mientras que los locales ganaron 27 y empataron siete.
Los partidos entre Valencia y Deportivo siempre se han caracterizado por una enorme rivalidad. Desde que Djukic fallara en 1994 el penalti que suponía la primera Liga para el Dépor, los enfrentamientos entre ambos conjuntos siempre han sido de alta tensión. Un año tardaron los gallegos en tomarse la revancha ganándoles la Copa del Rey en el Bernabéu.
Sin embargo, el título copero no puso fin a la rivalidad entre ambos clubes. En 2001 Djalminha tuvo sus más y sus menos con David Albelda, algo que más tarde le recriminaría el que a día de hoy es técnico del Deportivo. Un año después, en la ida de la Supercopa, fue Santiago Cañizares el que sufrió la enemistad de ambos equipos. El portero se tiró al suelo tras recibir el impacto de una bola de papel de aluminio como si se tratase de un objeto mucho más contundente, algo que avivó aún más la ira de Riazor.
Uno de los líos más gordos llegó en el año 2006 en Mestalla. En la vuelta de la Copa del Rey, los valencianistas debían remontar el 1-0 de la ida. Rondaba el descanso cuando Carlos Marchena le propinó un puñetazo Javier Arizmendi y fue expulsado. Esto encendió a la afición che y una moneda golpeó al árbitro del encuentro, que decidió suspender el partido. Más cercano en el tiempo queda uno de los días más dolorosos para el deportivismo. Fue en 2011 cuando un gol de Aduriz y otro de Soldado suponían el descenso de los coruñeses.
Este domingo, comandados por alguien que ya sabe lo que es marcar y ganar en Valencia, los herculinos buscarán llevarse los tres puntos. En ello confía también el que en su día fue un dolor de cabeza para los blanquiazules, pero que años después les daría el ascenso, Carlos Marchena. En una entrevista para Marca, el central afirmó que a los che les puede costar “cambiar el chip a la Liga”, algo que “puede ser una gran oportunidad para el Deportivo».