Paco Zas y su Consejo de Administración anunciaron en el día de ayer su dimisión. Seis meses y medio después de su llegada abandonan el club por la puerta de atrás y con el equipo camino de la Segunda División B. Su mandato pasará a la historia por la inestabilidad vivida durante este periodo.
El 29 de mayo se producía un nuevo cambio presidencial. Zas llegaba a la presidencia gracias al apoyo de Tino Fernández. Esa maniobra tan explícita marcó el inicio de un mandato viciado desde el minuto uno. A pesar de ello el Dépor logró clasificarse para el playoff de ascenso a Primera División. La dura eliminación en Mallorca dejó herido a un Consejo que nunca tuvo el apoyo necesario para triunfar. Las primeras decisiones del presidente tampoco ayudaron en exceso. La confianza ciega en Carmelo del Pozo generó muchas críticas y la elección de Juan Antonio Anquela como entrenador deportivista no fue bien recibida por una afición que vio con desconfianza estos movimientos.
La mala planificación deportiva durante el verano y el complicado inicio de temporada fueron suficientes para que pronto se escucharan los primeros cánticos contra el palco. El Consejo de Administración cesó a Anquela e intentó dar un golpe de efecto apostando por un entrenador gallego como Luis César Sampedro. El resultado es de sobra conocido y Paco Zas estuvo cerca de dimitir el 22 de octubre. La directiva tras una reunión de urgencia optó por continuar en el cargo a la espera de una reacción que no ha llegado. La crisis institucional conduce al Deportivo a un nuevo proceso electoral.
Esta directiva afronta el próximo martes una Junta de Accionistas muy caliente. El silencio institucional no ha ayudado en nada a calmar una situación que parece insostenible. Con la dimisión ya encima de la mesa es hora de ver si se pueden acortar los plazos ya que unas elecciones la semana del 13 de enero daría un mínimo margen de maniobra al nuevo Consejo de Administración.