Fue precisamente ante el Levante el último partido que Celso Borges disputo con el Deportivo antes de que se fracturase el quinto metatarsiano de su pie izquierdo en un encuentro con su selección. El centrocampista tico, que hasta ese momento había sido clave en el centro del campo herculino junto a Pedro Mosquera, tuvo que pasar por el quirófano y se quedó fuera de las convocatorias durante tres meses a causa de su lesión.
Hasta que surgió dicho imprevisto, el tico había demostrado ser un hombre importante en el juego del equipo gallego y sus incorporaciones al ataque habían dado un alto rédito al cuadro coruñés. Un gol frente al Rayo Vallecano y dos asistencias contra Betis y Espanyol avalaban la labor del costarricense sobre el campo. Sin embargo, con su salida del equipo por lesión, Álex Bergantiños tomó el testigo y se convirtió en nuevo compañero de Mosquera en el medio. El canterano ha sabido aprovechar la oportunidad y ha cuajado grandes partidos que le sirven aún a día de hoy para mantenerse en el 11.
Con la vuelta de Celso Borges, Víctor Sánchez del Amo ha optado desde hace ya cinco jornadas por introducir un trivote en el medio del campo, algo que le otorga al tico aún más libertad para subir al ataque. Fruto de ello, llegó su tanto ante el Málaga en el último partido en Riazor. Sin embargo, el trabajo del tico no se reduce solo a la fase ofensiva y es que ante el Atlético de Madrid fue uno de los mejores jugadores del equipo blanquiazul. El centrocampista aportó orden y llegada al cuadro herculino, demostrando que vuelve a estar al nivel del primer tercio de campeonato.
La lesión no ha impedido al tico volver a ser indiscutible para Víctor ni tampoco para el seleccionador de Costa Rica. El centrocampista volverá a defender a su país el próximo 25 y 29 de marzo en dos partidos clasificatorios para el Mundial de Rusia de 2018. Un rendimiento, que ha hecho que algunos hablen ya de una posible renovación del jugador que llegó procedente del AIK Estocolmo en enero de 2015.