La rueda ya está en marcha y, si nada se tuerce, el fútbol español volverá a los entrenamientos la próxima semana. En general, el parón será un condicionante importante para todos los equipos por el terreno inexplorado al que se enfrentan sus jugadores, sobre todo a nivel físico. Pero es precisamente en ese apartado donde el Deportivo regresará mejor de lo que se fue. En el de las lesiones. Más allá de las pequeñas molestias, que eran comunes a muchos miembros de la plantilla, el conjunto blanquiazul contaba con bajas que recuperará para el regreso de la competición y Fernando Vázquez podrá contar con todos sus jugadores, con la única excepción de Michele Somma.
En el último encuentro antes del Estado de Alarma se caían dos jugadores. El más grave, Eneko Bóveda. El lateral tuvo que retirarse en los primeros minutos del duelo con el Almería por una rotura fibrilar que le habría hecho perderse entre tres y cuatro partidos. Tampoco pudo terminar el partido Sabin Merino, que tras su inicio espectacular no había parado de arrastrar problemas musculares por la carga de minutos. Los dos están recuperados y en forma para empezar los entrenamientos sin condicionantes.
Otra recuperación importante será la de Salva Ruiz. El lateral zurdo estaba a punto de volver para medirse al Sporting y sufrió una recaída. El trabajo preventivo durante la cuarentena le ha permitido fortalecer la zona lesionada y estará a punto para cuando se reanude la competición. Su participación se antoja necesaria, ya que para ese regreso Fernando Vázquez no podrá contar con Mollejo, que cumple ciclo de sanción.
La aclimatación de Abdoulaye Ba
Este más de mes y medio de confinamiento, y las próximas semanas de ‘pretemporada’, también tendrán la parte positiva de poder aclimatar a Abdoulaye Ba. El central acababa de llegar a A Coruña e iba a tener que entrar con calzador en el once por los problemas defensivos. Habrá tenido tiempo para ponerse a tono físicamente y asimilar los conceptos del entrenador.