La temporada de estreno de la Primera RFEF, la categoría que se suponía iba a revolucionar el fútbol español, no para de acumular problemas. Una de las claves de la reestructuración emprendida por la Federación era acabar con los problemas económicos y poder garantizar la viabilidad de los clubs. Pues en apenas unos meses por todos es conocido el caso del Extremadura, al que ahora hay que sumar un nuevo drama en esta Primera RFEF, el del Badajoz.
La plantilla del cuadro pacense ha explotado. Ayer martes a última hora, los jugadores subían a sus cuentas en redes sociales el vídeo de un comunicado en el que exponían las dificultades con las que se están encontrando desde hace meses: «La situación se hace insostenible. Al impago de las nóminas que nos pertenecen, se suman circunstancias que hacen muy duro el día a día. Hay compañeros que no pueden hacer frente al pago del alquiler de sus viviendas. Los responsables de material no cuentan con los productos de limpieza necesarios para lavar la ropa, teniendo que lavarla con el gel que dejan los árbitros«.
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Esperan que durante el parón se pueda avanzar para solucionar ciertos aspectos: «La plantilla ha hecho sacrificios pensando en el bien del club y con el objetivo de colaborar. Entre otras cosas, renunciamos a la pretemporada que se nos había prometido a cambio de un campo de entrenamiento de hierba natural que nunca llegó. El estado del césped del Nuevo Vivero está cada vez peor. Ni siquiera sabemos en qué condiciones vamos a poder viajar al próximo partido. El compromiso de los jugadores es tal que lo haríamos en nuestro propio vehículo si es necesario, pero eso tampoco es una solución».
Badajoz, de rozar el ascenso a Segunda a la quiebra en Primera RFEF
Mucho ha cambiado la situación del Badajoz en apenas unos meses. La temporada pasada hizo una apuesta muy importante para lograr el ascenso a Segunda y se quedó a un paso. Después de dominar la categoría durante todo el curso, cayó ante el Amorebieta en la última eliminatoria. Sin poder cubrir esa apuesta con los ingresos del fútbol profesional, el club ha ido acumulando deudas de forma inevitable.
En estos días, el director general David Torices apuntó que el club está «al límite de la quiebra» y que la única solución pasa porque Joaquín Parra, máximo accionista, ejecute la venta del Badajoz. Algo de que de momento no ha ocurrido.